Tengo que confesarles estimada audiencia que alguna vez de una tarde
que no recuerdo, una noble chica de cabellos parados, me dedico esta canción
con todo el corazón, hígado y páncreas del mundo, a pesar de que yo era un
drogadicto, misio, con dientes amarillos, y un suicida compulsivo, cosa que en
este último punto jamás llegue a concretar (Cosa obvia pues, porque si no figúrate,
como estaría escribiendo ahora) ya que ella, siempre se ponía delante mío ,
cuando me hallaba frente al puente por el cual muchas veces estaba dispuesto a
saltar, pero ella con su nobleza de ángel siempre me recogía de los escombros de
mi vida y me llevaba a una nube de placidos e indescriptibles placeres; lo que
ha hecho que hasta ahora siga vivito, fregando y coleando. Gracias Julieta
Mercedes del Gallo Pelado.
domingo
LIMÓN y SAL!!...pero juntos
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